Cuando hablamos de comercialización de productos agrarios podemos entender que es el proceso que lleva a los productos desde la explotación hasta el consumidor.
Es interesante clasificar a los productos agrarios en dos grupos: Productos perecederos y NO perecederos.
Los productos NO perecederos son aquellos que pueden mantenerse en las condiciones ambientales normales durante un periodo de tiempo relativamente largo sin estropearse, mientras que los perecederos se dañan fácilmente en un corto periodo de tiempo.
También podemos aportar que en algunos casos los productos son altamente perecederos, por lo tanto, la conservación y el almacenamiento esta limitado a un periodo de algunos días.
La clasificación de los productos agrarios en perecederos y NO perecederos no puede hacerse de una forma absoluta. Pero en general, se incluyen entre los productos típicamente perecederos a las frutas y hortalizas, la carne y la leche. Es evidente, no obstante, que dentro del primero de los grupos indicados, el grado de perecedero varía con cada producto: la fresa, por ejemplo, es mucho más perecedera que la patata.